ACERCANDONOS.

Hundes la mirada
en cada recodo de mi ser
hablas,
y eres música de pájaros
chasquido de gotas
sobre un cristal.

Aun sigo la huella
a tientas
casi a ciegas,
que me conduzca
casi jadeante
a la puerta de tu cielo .

De tu voz
la sentencia dulce
cayendo en mi boca
como un racimo de besos
corriendo libres, por mi cuerpo.
Y en mis venas
la corriente alucinada
cuando adivinas
el principio de mí deseo.

Y siento ,todavía
un palpitar intenso
que me llama
sin evadir
el letal embrujo
de querer volar a tu lado
…desesperadamente.