musics

BAJO LA PIEL DEL FUEGO.




El cielo esta demasiado oscuro,

para saber que rostros han pasado,

Que sombras han caído,

 de otros mundos sobre la arena.


Me gusta desnudar los sueños,

empaparlos con la humedad de labios

en los que se ha posado la niebla

de un beso casi infinito.


El cielo ya no guarda secretos

solo el temblor de mi  aliento al rozar tu piel.

Los rostros, las sombras,

todo se disuelve cuando tus dedos acarician,

la noche que he desnudado para ti.


Me gusta beberte en mis sueños

saborear el silencio que dejas entre beso y beso

y quedarme allí

sin pretensiones

con el alma arrodillada

ante la ternura feroz de tu amor.



Tus manos no tocan,

Incendian

Y yo, hoguera dócil

me dejo consumir

bajo la promesa callada de tu aliento.


No hay orgullo en esta piel abierta

solo amor- deseo,

desnudo, sin juicio, sin pasado,

escribiéndose a ciegas sobre tu cuerpo.


La arena no recuerda

pero mi boca guarda

el sabor de tu nombre

pronunciado en medio del gemido.


Ven, que aun queda noche

aun hay piel que no sabe

el idioma de tus dedos.


Ya no se si es mi cuerpo

o un recuerdo que arde cuando dices mi nombre.

Te has vuelto centro, vértigo,

ese lugar donde el amor no se piensa-- se arde.


No quiero palabras

quiero la fiebre de tus silencios,

esa manera en que me miras

como si el universo se deshiciera entre mis piernas.


Y si tus labios ya no vuelven

igual quedo llena

como la luna después del eclipse,

marcada por la sombra

pero mas hermosa en su memoria.


Porque amarte, fue abrir el alma

y dejarla en tus manos,

sin miedo a caer.

Y si caí,

fue hacia ti.

 


 

DONDE EL SILENCIO RESPIRA.


 

Hay noches que no comienzan con el atardecer,

sino con una vibración invisible bajo la piel.

N o se anuncian, pero se sienten

como el temblor de una hoja antes del viento.

Esa noche era así .El mundo dormía,

pero algo en mi estaba despierto desde mucho antes.


Entonces apareces, no con pasos ni con palabras.

Llegas con el olor de una promesa

con el peso de una ausencia demasiado conocida.


Mi cuerpo te presiente

como si recordara haber sido tocado por ti

en un tiempo sin tiempo

en un espacio donde aun no existíamos.


No es deseo lo que llega primero,

es reconocimiento, un eco.

un temblor que me nombra desde dentro.


Me cruzas sin acercarte,

rodeas mi noche como luna indecisa,

que no sabe si alumbrar o retirarse.


Yo no resisto, me abro,

como un secreto revelado a destiempo.

Como piel que olvida el pudor

porque recuerda el lenguaje de lo invisible


El aire cambia. Se espesa,

el silencio se vuelve tibio

como si contuviera tu aliento.


Mis pensamientos se disuelven

y solo queda lo sensorial:

ese roce apenas imaginado

esa mirada que arde aun con los ojos cerrados,

ese vértigo de ser descubierta

de ser leída sin defensa.


Me recorres sin tocarme.

como si lo tuyo fuera la danza de la insinuación.

Y yo en mi centro mas primitivo, respondo


No te toco

pero se cada una de tus fronteras.

He estado cerca,

como quien ronda un incendio sin atreverse a soplarlo.

Sigo los pliegues del aire que dejas

y leo tus ausencias como quien descifra constelaciones.


No vine por deseo

sino porque algo en tu noche me llamo sin voz

como si tu piel supiera pronunciar mi nombre, antes que yo.


Te huelo antes de verte.

Te presiento antes de que hables.


Mi andar no tiene peso

porque estoy hecha de tiempo detenido.

Atravieso silencios,

me instalo en la memoria

que aun no has vivido.


Y cuando te tiendes abierto al asombro

yo no llego: simplemente estoy

como brisa que no pregunta

como sombra que no asusta.

Eres umbral

y yo lo que queda al otro lado.


No pido entrar

solo respiro contigo

hasta que lo tangible ya no importe.

Hasta que los cuerpos sean apenas rumor

de lo que en verdad somos.

Tu me descubres

y aunque nunca lo diga,

yo ya te sabia.


Y entonces

como cuando la bruma se disuelve ante la aurora,

nos volvemos uno.


No hay pregunta, ni gesto,

ni nombre que nos separe,

solo ese instante suspendido

en que tu piel reconoce la mía,

sin haberla tocado,

en que mi aliento cabe en tu boca

sin haberla buscado.


No fuimos llamados por el deseo

sino por algo mas antiguo

una pulsación primitiva

una raíz bajo la tierra que insiste en florecer.


Tu miras, yo soy

Yo respiro, tú tiemblas.

El silencio ya no es espera

sino un puente.

Ya no es umbral, sino ofrenda.


Nuestros cuerpos, ajenos al mundo

se inclinan hacia lo sagrado,

ese temblor compartido,

ese saber sin pruebas,

esa voz que dice "aquí"

aunque nadie la escuche.


Y así nos quedamos,

como dos constelaciones que deciden tocarse

una vez en la eternidad.

Y todo alrededor desaparece

queda solo la noche

y el leve sonido

de un silencio que por fin respira.

ULTIMA LLAMA.

 


"Soltar no es rendirse; es la forma mas fiel de amar"

No por falta de fuego,

sino porque el viento cambio de rumbo,

dejo caer esta antorcha

que alumbro nuestros inviernos.


Te ame como se ama lo imposible

con fe ciega,

con la ternura desbordada,

de quien espera un milagro.


Pero la esperanza pesa

cuando se vuelve costumbre

y yo ya no soy la misma

que creía que amar era resistir.


Te dejo libre, sin cadenas ni reclamos

con la gratitud intacta

y un poco de cenizas en las manos.


Que encuentres lo que conmigo no hallaste

que rías sin medida

y que al recordarme

lo hagas como quien recuerda un fuego

no el incendio.


Me voy sin rencor,

sin promesas ni respuestas,

sino con la certeza

 de que soltar también es un acto de amor.







DE SOMBRA Y EL ALBA.

Sombras liquidas,

flotan en el aire,

vestigios de un ángel

disuelto en la negrura.


No es cuerpo ni eco,

sino un halito errante.

que roza la piel,

sin dejar memoria.


Huella fugitiva,

latido en el viento,

un suspiro en fuga,

atrapado en paredes,

de noches sin alma.


Pero en el umbral del alba,

cuando la brisa calla,,

y los ecos se pliegan,

queda su sombra,

como un  signo olvidado

en la quietud de lo eterno.

 

TU Y YO EN PENUMBRAS.


Entras en mi, cómo anzuelo que deja la noche con ojos abiertos,

Como brillo de fogata que cae al atar de tus brazos..

Me salvas de penumbras,

como animal en celo bajo una luna que de lejos nos mira.


Soy..

tu amante de horas interminables,

la que quita el hastío y viste noctámbulos deseos,

la que infatigable besa, se hunde en cada acceso de tu piel.



Soy,

el eco de tu latido en la madrugada,

el fuego que no pide permiso para arder,

la sombra que danza en tu pecho y se queda

susurrando en tu piel secretos obscenos.


Tómame,

como rio que no teme a su cauce,

como destino que encuentra su puerto

como un beso que decide quedarse en la memoria,

como marea que nunca retrocede

la que encalla en tu alma y no conoce el naufragio..

Sienteme como el temblor que despierta la calma,

el pulso ardiente que esconde el alba.


Y así,

te pertenezco sin medida,

como el viento a la noche ,como el fuego a la piel,

como tu ,a mi.

 

ALUCINACION


 Tus ojos se hunden

en cada rincón donde soy.

Me hablas,

y el mundo se llena de trinos

de agua danzando

sobre un cristal nocturno.


Sigo tu huella,

tropezando con el aire,

con los sueños,

casi a ciegas 

,jadeando, en busca

de  la puerta a tu cielo,


Tu voz es un decreto suave

un racimo de besos

deslizándose por mi piel,

libres ,desbocados

despertando la fiebre

de un deseo anticipado.


Y aún,

siento el vértigo en mis venas

la llamada que no cesa

la magia letal

de querer volar a tu lado

sin remedio,sin tregua,

como un incendio que arrasa

todo lo que fui

antes de encontrarte.

SIN CADENAS, SIN DOLOR.


 Nuestro amor agoniza lentamente

la débil palpitación de lo que fuimos.

Siento su último latido.


Te llevaste mis inviernos

mis noches sin estrellas

pero no pudiste llevarte mi amanecer

ni la luz que despierta en mis ojos nuevos.


Tanto te llore que mis lagrimas finalmente te dejaron ir,

como rio que encuentra su cauce y deja de aferrarse a la orilla

como el último suspiro de un otoño cansado,

como el eco de tu nombre que ya no duele en mi voz..


Hoy mis pasos no buscan tu sombra

ni mis manos vacías llaman tu ausencia,

porque tanto te he llorado, que mis lagrimas

finalmente aprendieron a soltar.


Te dejo envuelto en recuerdos dorados,

en las palabras que nunca se borran,

en la brisa suave que aun susurra tu nombre

pero sin peso, sin pena, sin llanto.


Porque el amor nunca muere, sólo se transforma

y en cada estrella que adorna la noche,

en cada amanecer que pinta mi ventana,

sigo llevándote conmigo, sin cadenas, sin dolor.


Que el viento te guie con ternura

que el sol te abrace con calidez

y donde sea que la vida te lleve

te deseo paz,te deseo amor..