El cielo esta demasiado oscuro,
para saber que rostros han pasado
.que sombras han caído
de otros mundos sobre la arena.
Me gusta desnudar los sueños,
empaparlos con la humedad de labios
en los que se ha posado la niebla
de un beso casi infinito.
El cielo ya no guarda secretos
solo el temblor de mi aliento al rozar tu piel.
Los rostros, las sombras
todo se disuelve cuando tus dedos acarician
la noche que he desnudado para ti.
Me gusta beberte en mis sueños
saborear el silencio que dejas entre beso y beso
y quedarme allí
sin pretensiones
con el alma arrodillada
ante la ternura feroz de tu amor.
Tus manos no tocan,
Incendian
Y yo, hoguera dócil
me dejo consumir
bajo la promesa callada de tu aliento.
No hay orgullo en esta piel abierta
solo deseo--
desnudo, sin juicio, sin pasado,
escribiéndose a ciegas sobre tu cuerpo.
La arena no recuerda
pero mi boca guarda
el sabor de tu nombre
pronunciado en medio del gemido.
Ven, que aun queda noche
aun hay piel que no sabe
el idioma de tus dedos.
Ya no se si es mi cuerpo
o un recuerdo que arde cuando dices mi nombre.
Te has vuelto centro, vértigo,
ese lugar donde el amor no se piensa-- se arde.
No quiero palabras
quiero la fiebre de tus silencios,
esa manera en que me miras
como si el universo se deshiciera entre mis piernas.
Y si tus labios ya no vuelven
igual quedo llena
como la luna después del eclipse,
marcada por la sombra
pero mas hermosa en su memoria.
Porque amarte, fue abrir el alma
y dejarla en tus manos,
sin miedo a caer.
Y si caí,
fue hacia ti.
2 comentarios:
Un poema donde cada verso es un sentimiento, precioso. Abrazos
"Y si caí fue hacia ti..." una caída con salvavidas y además con pasión... La alternativa de caer y que nadie te recoja nos trae el drama de la soledad no buscada...
Un placer leerte
Saludos
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