PRIMAVERAS Y PROMESAS

Si, bien lo sé,
el tiempo de la tristeza se ha ido
los ojos se han vuelto
islas de amor, deseo y esperanza,
presencia de un inesperado sortilegio
a veces, gemas de fuego
al ardiente conjuro
que envuelve mi atmósfera.

Torbellino, vorágine
manantial de primaveras y promesas
estar y dar a un rostro que se asoma
y devora los límites de mi esencia.

Me crece la palabra
las hago tacto sobre tu cuerpo dormido
que me llama en la noche
cuando el amor murmura
buscando serenidad después de lo salvaje.
En ese instante siento que Dios me entiende.

El amor abre sus cien puertas cada día
a los vendavales y a los amantes;
el hombre es una ventana
que cada amanecer encuentra
en sus huecos mas profundos
su sonrisa y su gemido.
Entonces, humildemente ruego
islas de esperanza,
olvido al sonido del sollozo
yo soy ahora la de enfrente,
la que no recuerda las tinieblas
la que pasea por esquinas
vestida de sonrisas y pañuelos fragantes.