Hundes la mirada
en cada recodo de mi ser
hablas,
y eres música de pájaros
chasquido de gotas
sobre un cristal.
Aun sigo la huella
a tientas
casi a ciegas,
que me conduzca
casi jadeante
a la puerta de tu cielo .
De tu voz
la sentencia dulce
cayendo en mi boca
como una madeja de risa
enredándose aun mas,
y en mis venas
la corriente alucinada
cuando adivinabas
el principio de mí deseo.
Y siento,todavía
un palpitar intenso
que me llama
sin evadir
el letal embrujo
de querer volar a tu lado
…desesperadamente.
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