LO QUE NO TE DIGO...

Es hermoso contemplarte
después del relámpago
hecho lágrimas y respiración plácida
sacudida mi alma, mi carne, mis huesos.

Extraviada en el aire
busco el puerto de tus ojos
y hago pactos en silencio.
Grabo, guardo cada gesto,
la dulce mascara por momentos.
Otras, la locura inagotable
en la vulnerable intimidad de nuestro lecho.

Y asi, a través de tu rostro apacible
mis dedos como mariposas
roban tu sereno aliento
que sube y baja por mis ojos
deteniéndose levemente entre mis cabellos
para susurrar con ternura tú nombre.

Y es entonces que la techumbre nos cubre de ojos
nuestras mantas son rosas quietas al viento
y en las paredes
nuestros cuerpos, son tenues reflejos
tanta música ahogada latiendo.

Y la noche nos cae… como mágico sueño,
te digo cuanto te amo
y me duermo,
sumiendome
en los claros espejos de tu alma.