A veces, algo tuyo queda en mi
adhesiva permanencia de gozos,
oportunidad de mas que perturba.
No hay otras manos en revoloteo
que ahoguen tan larga complacencia,
jubilo de viajes a ultimo momento
y todo el gusto de habernos sentido.
En la penumbra de la noche, tú sombra se queda,
como un eco suave, un susurro que no cesa.
Y en cada rincón de mi ser,
impregnado de tu esencia,
un rastro indeleble,
una huella que no se borra.
Tus caricias,
memoria que el tiempo no desvanece,
un lazo invisible
que nos une en la distancia.
Y aunque el día amanezca
y el sol nos separe
las huellas de tu esencia
siempre perdura,
siempre arde.
Porque en cada suspiro
tu imagen resuena
como un eco en el viento.
Los días pueden ser largos
y las noches frías,
pero tu recuerdo
es mi luz en las tinieblas.
A veces,en el silencio de la madrugada,
siento tus brazos envolviéndome,
llenándome de gozos,
uniendo nuestros cuerpos
y en los labios;el verbo.