"L a piel reclama su incendio
y el deseo no admite tregua"
Los senos de una mujer
inevitables como la fiebre
se erigen como frutos ardientes,
que llaman a la boca
a la lengua que los recorre
al temblor que los muerde.
En su redondez palpita la urgencia
la carne se abre como un secreto humedo
y el roce despierta un gemido
que desgarra la noche.
Alli donde la piel se tensa,
la respiracion se quiebra,
el amante se hunde
devorando con ansia
,bebiendo la dulzura que estalla,
en cada estremecimiento-
Inevitables,si
como el jadeo que anuncia el goce
como el sudor que corona la entrega
como el fuego que arde con tu nombre
cuando la pasion se desborda.
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